Sin olvidar la fragilidad de su origen orgánico, la comúnmente conocida “corona de Cristo” cuenta con una característica que hace que sus flores secas luzcan impolutas en comparación a otras de su especie. Tal como los cuerpos enfermos, el jardín de casa requiere de cierto cuidado y paciencia. Este tejido en proceso conformado por floración marchita de la euphorbia milii, que de manera ornamental son destinadas a permanecer en macetas, establece en esta obra una “expectativa de vida”. A la fecha esta pieza está conformada aproximadamente de dos floraciones de seis euphorbia milii.